Mantenimiento del vehículo:

• Presión de los neumáticos: Mantener la presión correcta reduce la resistencia a la rodadura y mejora la eficiencia del combustible.
• Filtro de aire: Un filtro limpio asegura una combustión eficiente.
• Mantenimiento regular: Revisiones y ajustes periódicos del motor y otros componentes optimizan el rendimiento.
• Aerodinámica: Minimizar la resistencia al viento mediante deflectores y otros dispositivos aerodinámicos.

Prácticas de conducción:

• Velocidad constante: Evitar aceleraciones y frenadas bruscas.
• Marchas largas: Utilizar marchas altas y bajas revoluciones.
• Freno motor: Utilizar el freno motor en lugar de los frenos de servicio.
• Planificación de rutas: Optimizar las rutas para evitar tráfico y terrenos difíciles.
• Evitar el ralentí prolongado: Apagar el motor en paradas largas.
• Conducción predictiva: Anticipar el tráfico y las condiciones de la carretera.

Tecnología y herramientas:

• Sistemas de gestión de flotas: Utilizar software para rastrear el consumo de combustible y optimizar las rutas.
• Control de crucero: Mantener una velocidad constante en carreteras largas.
• Medidores de consumo: Monitorear el consumo de combustible en tiempo real. 

• • Carga adecuada: Distribuir la carga de manera uniforme y evitar el exceso de peso.
• Capacitación del conductor: Educar a los conductores sobre técnicas de conducción eficiente.

Al implementar estas medidas, las empresas de transporte pueden reducir significativamente sus costos de combustible y su impacto ambiental.